El Buen Entendimiento Humano y los Trastornos del Estado del Ánimo: Una Llamada a la Serenidad.
El buen entendimiento humano no es solo un ideal al que aspiramos, sino una necesidad inherente a nuestra existencia. Vivir en equilibrio con nuestras emociones, pensamientos y relaciones es un acto de profunda humanidad, una tarea que requiere sensibilidad, autocompasión y valentía.
Sin embargo, en la vorágine de nuestras responsabilidades y preocupaciones diarias, esta armonía se ve comprometida, abriendo paso a trastornos del estado del ánimo como la ansiedad, el estrés y la tristeza profunda.
La ansiedad, por ejemplo, es como un ruido constante que no nos permite disfrutar del silencio de la paz interior. Es una sensación que nos saca del momento presente, llenándonos de miedos y anticipaciones que a menudo nunca se materializan.
Este estado de alerta constante drena nuestra energía, afecta nuestras decisiones y debilita nuestras relaciones, tanto con nosotros mismos como con los demás.
En el corazón de todo esto, muchas veces se encuentra un malentendido básico: creemos que debemos tener todo bajo control, que fallar no es una opción, que mostrarnos vulnerables es sinónimo de debilidad. Pero, ¿qué pasaría si en lugar de huir de nuestras emociones o tratar de reprimirlas, las viéramos como maestras que nos señalan lo que realmente importa?
Los trastornos del estado del ánimo nos invitan a detenernos, a escuchar lo que nuestro cuerpo y nuestra mente están tratando de comunicar. La ansiedad puede ser la señal de que estamos cargando más de lo que podemos llevar. La tristeza puede ser el eco de algo que necesitamos soltar. El estrés, un recordatorio de que nuestras prioridades quizás han perdido el equilibrio.
¿Qué me están diciendo mis emociones hoy sobre lo que realmente necesito?
Hoy te propongo un acto de conexión contigo mismo: encuentra un espacio tranquilo, cierra los ojos y respira profundamente. Pregúntate qué estás sintiendo y por qué. No juzgues tus emociones, simplemente obsérvalas y pregúntales qué necesitan de ti. Tal vez sea descanso, tal vez una conversación pendiente o quizás un momento de autocuidado. Luego, toma una acción concreta, por pequeña que sea, para atender esa necesidad. Porque entenderte a ti mismo es el primer paso hacia la serenidad. ¿Qué paso darás hoy para encontrarte contigo mismo?
Un abrazo fraterno de su amigo y psicólogo Jeovanny Molina.
Comentarios
Publicar un comentario