La transformación de la libélula.

La libélula debe pasar por tres etapas para poder convertirse en su mejor versión y más evolucionada. En primer lugar, será un pequeño huevo que más tarde será una ninfa, la cual deberá vivir en agua para poder desarrollarse enfrentándose a diversos peligros acuáticos, y es así cómo el ser humano, a través de los años, debe ir también superando una serie de obstáculos en la vida para desarrollarse. Cuando finalmente surge del agua, se convierte en una libélula adulta, dejando atrás su piel (exuvia) y pudiendo despegar sus alas para emprender el vuelo en busca de alimento, algo que simboliza esa transformación que pasamos desde que somos niños hasta que por fin nos convertimos en unos adultos autosuficientes.

Por eso, en conclusión el proceso de metamorfosis de la libélula simboliza nuestro crecimiento personal y nuestro proceso de concientización mental y emocional elevando el espíritu a un nivel superior y en algunos otros casos, a la comprensión profunda del significado de la existencia de todas esas emociones, pensamientos y comportamientos de las decisiones rumbo a las transformaciones que como personas transitamos en esta vida y de cómo hay que aprender a adaptarse a los cambios dejando ir todas aquellas anclas mentales y emocionales del pasado mientras caminamos hacia el futuro, siendo resilientes y perseverantes hacia ese bienestar como también hacia la plenitud de nuestra vida espiritual, mental y emocional.

Meditemos: haz una interiorización de las siguientes preguntas y responde desde tu honestidad.

1- ¿Qué anclas mentales y emocionales no me permiten avanzar hacia la plenitud de mi vida?

2- ¿Por cuánto tiempo más estaré anclado a esos pensamientos, emociones y sentimientos negativos?

3- ¿Qué acciones estoy realizando Hoy para soltar y dejar ir ésas anclas de mi vida?

4- ¿Seré yo un adulto autosuficiente? Si o no ¿porque?