Las 4 leyes de la espiritualidad Hindú

Muchas veces nos ocurre un acontecimiento en un día determinado, y éste, te cambia radicalmente la vida a partir de ese preciso instante, como por ejemplo: haber conocido a una determinada persona, que nos despidan del trabajo, que suframos determinada enfermedad, que decidamos iniciar un viaje en un día en concreto, o que tengamos un accidente de cualquier tipo, etc.


Independientemente de como podríamos llamarlo: ”Sincronicidad”, “Hecho fortuito”, ”Coincidencia”, "Diosidencias", etc. Las 4 Leyes de la Espiritualidad de la India, nos indican, con gran sabiduría, que nada nos ocurre por pura casualidad, como si todo estuviese ya programado para que comprendamos una determinada lección en la vida o pasemos a la siguiente nivel. Para entender mejor de que estamos hablando lo mejor será repasar lo que dicen estas cuatro Leyes las cuales los Hindúes les enseñan a sus hijos desde pequeños:


La primera Ley dice: la persona que llega es la persona correcta.

Nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación. Ahora, cuando alguien haya entrado en tu vida y no sepas muy bien porque, puedes verlo de esta manera.


La segunda Ley dice: lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido.

Nada, absolutamente nada de lo que nos sucede podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. El ”hubiera” no existe. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque de momento no seamos capaces de verlo así.


La tercera Ley dice: en cualquier momento que comience es el momento correcto.

Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará. La impaciencia, la intolerancia, la impulsividad solo nos limitan en el sentido de que nos impiden ver la perfección de los acontecimientos. Cambia esta percepción y cambiarán tus sentimientos así también como tus resultados.


La cuarta y última Ley: cuando algo termina, termina.

Simplemente es así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestro bien, para nuestra evolución, y por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia. El simple hecho de que estés leyendo esto, te puede indicar que ahora es el mejor momento para soltar y despedirse dando paso a todos esos nuevos comienzos y etapas de vida.


Tras conocerlas y leerlas, quizás encuentres una mínima respuesta para algunas “Coincidencias”, "Diosidencias" o algunos otros hechos que te hayan ocurrido en tu vida, ya sean estos, fortuitos o más desafortunados.



Comentarios

Entradas populares